Desde Comercial Moreno ya hemos hablado en anteriores ocasiones de las piscinas y su cuidado. Sin ir más lejos, hace solo unas semanas te contamos cuáles son las ventajas de las piscinas desmontables y cuándo comprarlas. Sin embargo, sea el tipo de piscina que sea todas tienen algo en común: es imprescindible cuidarlas adecuadamente y mantenerlas limpias.
Y si hablamos de limpieza, más allá de los típicos trucos a los que puedes recurrir, hay un aliado inmejorable: el limpiafondos. Una herramienta que podrás programar para que tu piscina se limpie sola cada día y que te ayudará a reducir al mínimo los trabajos que debes hacer para que el agua esté siempre reluciente. Así que como es realmente importante, hoy vamos a contarte todo lo que deberías saber al respecto.
¿Es imprescindible instalar un limpiafondos en tu piscina?
Lo primero que debemos dejar claro es que un limpiafondos no es imprescindible para mantener la piscina, aunque lo cierto es que sí que te ayudará muchísimo a mantenerla limpia. Sin él las tareas de limpieza pueden ser mucho más tediosas y pesadas. Básicamente se trata de una herramienta que permite eliminar de una pasada la suciedad que se deposita en el fondo de la piscina. Y esto es algo clave para garantizar una experiencia de baño más agradable y saludable.
De este modo, aunque contar con uno para tu piscina no sea imprescindible, sí que consideramos que es muy aconsejable. De hecho, a día de hoy hay herramientas de este tipo con funciones adicionales que permiten automatizar también la limpieza de paredes y escaleras. Así no tendrás más que retirar la suciedad de la superficie para que la piscina luzca de película.
Tipos de limpiafondos
Aclarada la importancia de un limpiafondos para tu piscina, llega el momento de hablar de los tipos que existen en la realidad. Porque no, no todos son iguales. En concreto podríamos dividirlo todo en tres grandes grupos: los robots de limpieza, los limpia piscinas hidráulicos y los manuales.
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Robots de limpieza: este tipo funciona de manera autónoma, por lo que no necesita una conexión con el sistema de filtración de la piscina. Es decir, tiene su propio motor y su fuente de energía. Para que te hagas una idea, es como un robot aspirador pero para la piscina. Son muy fáciles de usar, su instalación es sencilla y son realmente eficientes.
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Hidráulicos: este tipo de limpiador tiene que conectarse al sistema de filtración de la piscina y funciona gracias al flujo de agua de la misma. Es un sistema muy eficaz y con un gran poder de succión. Además son más económicos que los robots de limpieza y requieren poco mantenimiento.
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Manuales: por último quedan los limpiadores manuales, que son dispositivos que se usan de forma manual para retirar la suciedad del fondo. Cuentan con un gran mango, una manguera y un cabezal de aspiración. Sujetando el mango, el usuario debe mover el cabezal de aspiración por todo el fondo, como si de una aspiradora se tratase.