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Cuidados del césped

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Contar con espacio exterior en tu vivienda es algo que elevará su valor de manera considerable. Una zona en la que disfrutar con familiares y amigos, poder celebrar eventos y reuniones, instalar una piscina y contar con numerosas plantas y mobiliario especial. Y, entre todos los elementos que suelen haber de forma habitual en los jardines, hay uno que destaca por encima de los demás: el césped.

Si el jardín es lo suficientemente espacioso, poner césped en él es una decisión de la que jamás te arrepentirás. Sin embargo, el cuidado césped no es sencillo. Por ello, al igual que hicimos en el artículo ‘Qué necesito para mantener el jardín impecable’, hoy vamos a explicarte qué debes tener en cuenta para que tu césped luzca siempre fabuloso.

Cuidado césped: ¿qué tener en cuenta?

Lo primero que debes saber es que no todos los césped son iguales. De hecho, existen muchos tipos: desde los más clásicos como la gramilla, la grama o el bermuda, hasta variedades menos conocidas como el bahía grass o el kikuyo. Todo ello sin olvidar que también puedes optar por instalar césped artificial, que requiere muchos menos cuidados. Pero no hablaremos de este último, sino de los naturales. En concreto, de qué tener en cuenta a la hora de cuidarlos.

Cortar el césped

El primer aspecto sobre el cuidado césped tiene que ver con cortarlo de forma periódica. De esta forma conseguirás que se mantenga siempre sano. Eso sí, ten en cuenta que durante el verano es aconsejable dejarlo un poco más largo para que pueda soportar mejor el calor y la sequía. Por otra parte, lo ideal es que lo cortes a menudo y poca longitud antes que mucha longitud de una sola vez.

Abonar

Otra cuestión importante relativa al cuidado del césped de tu jardín tiene que ver con abonarlo. Cortar el césped suele eliminar muchos nutrientes, lo que puede impedir su correcto desarrollo. Para ello es aconsejable que a inicios de primavera realices un abono cada cuatro o cinco semanas para aportarle nitrógeno, potasio y fósforo.

El riego

A la hora de regar debes tener en cuenta la temperatura que haga y la humedad del ambiente, que es lo que determinará la frecuencia y cantidad del riego. Puedes observar el césped para saber cuándo necesita agua, ya que cogerá un tono azul y gris, además sus hojas más viejas se marchitarán. Lo ideal es recurrir a sistemas de riego y aspersores automáticos para facilitar el proceso de regado.

Airear la tierra

Además de todo lo mencionado hasta ahora, para que tu césped esté sano siempre es importante que puedas airear la tierra para que sus raíces puedan respirar y seguir creciendo. Si el suelo no es arenoso y no permite que el aire llegue a la raíz, el crecimiento del césped se estancará. Pero, ¿qué hacer para evitarlo? Puedes utilizar un rastrillo para hacer orificios en la tierra y rellenarlos de arena. Con esto será suficiente para que el oxígeno llegue a las raíces y estas puedan respirar sin problemas.

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